Fundación Hay Salida: Las adicciones y su tratamiento
El pasado 9 de septiembre publicmos el resumen de la investigación realizada con nuestros pacientes sobre la importancia del apego inseguro en las adicciones. El 92% de nuestros pacientes presentaban este apego en comparación con el grupo sin adicciones donde este representaba el 46%. Desde la Fundación Hay Salida queremos ayudar a nuestros amigos y a otros profesionales a valorar la importancia de esta nueva perspectiva en el tratamiento de las adicciones. Para ello vamos a presentar este trabajo en varias entregas. Aqui os presentamos la primera parte:
Las adicciones y su tratamiento
Desde hace tiempo, el alcoholismo y las adicciones se han convertido en un problema de salud a nivel mundial. Las adicciones, y sus consecuencias, suponen un alto coste económico y son fuente de sufrimiento para las personas y su entorno familiar. Las adicciones conductuales, como los juegos de azar y otros comportamientos (sexo, compras, etc.), comparten características similares con las drogodependencias, entre las que podemos encontrar el comportamiento adictivo a pesar de las consecuencias negativas, la compulsividad y la pérdida del control (Potenza, 2017).
Desde hace ya más de veinte años, y sobre la base de la acumulación de investigaciones con neuroimagen, se argumentó que la adicción debería definirse como una enfermedad cerebral (Berridge, 2017). Este modelo propone que la adicción se produce como el resultado de la exposición repetida a las sustancias psicoactivas, causando cambios en la estructura y el funcionamiento del cerebro relacionados con la recompensa, percepción, memoria y control cognitivo.
Desde esta perspectiva se acentuó la importancia de los tratamientos para las adicciones que incorporan enfoques biológicos, conductuales y sociales. Los programas con terapia individual y/o grupal que se basan en técnicas cognitivo-conductuales son los que mayor evidencia han obtenido. Este tipo de tratamientos se muestran menos eficaces a largo plazo, al centrarse en el comportamiento adictivo actual, y no en las experiencias y mecanismos subyacentes que pueden haber predispuesto al individuo a sufrir una adicción (Kim et al., 2017).
Recientemente, algunos autores han cuestionado este modelo, ampliamente aceptado (Lewis, 2017), defendiendo uno basado en el “aprendizaje evolutivo” que caracteriza la adicción como un producto del desarrollo cognitivo y emocional, particularmente durante la primera infancia y la adolescencia. Lewis (2015, 2017) proporciona una descripción neurobiológica de cómo la experiencia y el aprendizaje, en un entorno de estrés crónico, puede alterar el desarrollo neuronal y la conectividad conduciendo a la adicción.
En la práctica clínica nos encontramos con pacientes con años de abstinencia que entran en un “estancamiento” caracterizado por la falta de regulación emocional, miedo a afrontar las relaciones interpersonales, y en caso de tenerlas, generan fuertes patrones de desconfianza y/o dependencia emocional. De alguna manera, vuelven a resurgir las principales causas que abocaron al desarrollo de la adicción y cuyo origen se remonta a edades tempranas, siendo en muchas ocasiones, causa de recaídas. Debemos tratar las consecuencias de los problemas de apego u otros síntomas relacionados con experiencias traumáticas y que, en ocasiones, pueden pasar desapercibidos.
Duran, A. (2022). Adicciones y apego: un estudio comparartivo. Researchgate.
Lewis, M. (2015). The biology of desire: why addiction is not a disease. New York: Public Affairs.
Lewis, M. (2017). Addiction and the brain: Development, not disease. Neuroethics, 10, 7–18. doi:10.1007/s12152-016-9293-4