Fundación Hay Salida: Relación entre adicciones y apego (II)
El pasado septiembre publicamos el resumen de la investigación realizada con nuestros pacientes sobre la importancia del apego inseguro en las adicciones. El 92% de nuestros pacientes presentaban este apego en comparación con el grupo sin adicciones donde este representaba el 46%. En esta segunda parte de la cuarta entrega se exploran las principales vías neurológicas que relacionan el apego con las adicciones. Entre ellas se encuentran el sistema de afiliación relacionado con la oxitocina, el sistema de recompensa relacionado con la dopamina y el sistema de respuesta al estrés relacionando con los glucocorticoides (Strathearn et al., 2019).
El sistema de oxitocina parece tener un significado particular en relación con la adicción y el apego debido a su neuroplasticidad en respuesta al entorno social temprano (Tops et al., 2014). Aunque, inicialmente se pensaba que la oxitocina estaba involucrada principalmente en los comportamientos sexuales, el parto y la lactancia, investigaciones posteriores han determinado que esta hormona también participa en la regulación emocional, el dolor y el estrés, y modula la respuesta de las conductas gratificantes promovidas por la comida, el sexo y las drogas (Meyer-Linderberg et al., 2011; Onaka et al., 2012). Se ha comprobado que un historial de trauma o estrés en la primera infancia correlaciona negativamente con los niveles de oxitocina en el líquido cefalorraquídeo, la orina o el plasma (Opacka-Juffry, 2012). Asimismo, las madres con un estilo de apego inseguro evitativo a menudo tienen una respuesta de oxitocina periférica disminuida cuando interactúan con sus bebés, que se correlaciona con una reducción de la activación en las regiones cerebrales asociadas a la oxitocina y la dopamina, incluidos el hipotálamo y el estriado ventral (Strathearn, 2011).
El sistema de recompensa relacionado con la dopamina contribuye a la regulación del refuerzo, la motivación y la toma de decisiones. Si bien varios estudios han informado de un funcionamiento anormal relacionado con la dopamina en la adicción (Koob y Volkow, 2010), éste se observa principalmente en el abuso de estimulantes y alcohol, más que en el abuso de opioides y cannabis (Nutt et al., 2015). Los roedores que han sido sometidos a adversidades tempranas muestran una disminución de la liberación de dopamina en el cuerpo estriado ventral en respuesta a sus crías (Afonso et al., 2011).
Por último, el sistema de respuesta al estrés relacionado con los glucocorticoides también parece estar relacionado con el apego y las adicciones. Las adversidades en la infancia se relacionan con aumentos prolongados del cortisol en respuesta al estrés, mientras que el apego seguro con niveles más bajos (Kuo et al., 2019). Numerosos estudios conectan la desregulación del estrés con la adicción a sustancias (Lijffijt et al., 2014; Rutherford et al., 2011). Particularmente, los depresores como el alcohol y las benzodiacepinas pueden usarse para disminuir los efectos psicológicos y fisiológicos del estrés crónico resultantes del abuso temprano (Becker, 2017; Lu & Richardson, 2014).
Dada la intima relación de estos circuitos cerebrales parece importante introducir la perspectiva del apego en el tratamiento de las adicciones para contribuir a promover una mayor seguridad en las relaciones interpersonales de nuestros pacientes asegurando una recuperación más profunda y efectiva a largo plazo. Este artículo está íntegramente publicado en el siguiente enlace.